¿Quién es el Padre
Romano?
Romano Zago, de ascendencia italiana, nace
el 11 de abril del 1932 en Brasil, en el
municipio de Progreso. Se hace novicio en
1952 y luego se ordena como sacerdote en la
Orden de los Frailes Menores. En 1971
consigue también el título de licenciado en
Letras y enseña Francés, Español, Portugués
y Latín en diversos centros pertenecientes a
su Orden. En 1991 es enviado a Israel, donde
continúa su labor de enseñanza a los
jóvenes. Actualmente vive y trabaja en
Brasil, a donde regresó al término de su
misión.
Es en Israel donde el Padre Romano realiza
su descubrimiento. El Aloe vera, o
Sábila, muy abundante en la región, es la
"materia prima" en la que concentra su
atención en los momentos de ocio. "Ya
conocía la planta –declarará después el
religioso–. En Brasil, mi madre nos la
daba siempre como lenitivo, cuando de niños
nos heríamos mientras jugábamos o para
tantos otros pequeños percances relacionados
con daños físicos. Pero entonces no creía
que una planta tan menuda y difundida
pudiese tener un poder curativo tan grande".
Mezclando el jugo que se obtiene al batir
las hojas de la planta con simple miel de
abejas y aguardiente, se consigue un
compuesto con unas propiedades curativas
extraordinarias. Sus primeros "pacientes", a
quienes el Padre Romano da algunas dosis de
la solución, son sus conciudadanos
cristianos, hebreos, y musulmanes,
indistintamente.
La investigación del Padre Romano Zago se
publica en la conocida revista "Tierra
Santa" y en otras importantes
publicaciones especializadas. Así comienza
la notoriedad para el monje franciscano y su
elixir de larga vida. A su regreso a Brasil
en 1995, el Padre Romano Zago divulga su
fórmula, y empieza a dedicarse de forma
continua a sus experimentaciones y al
cuidado de los enfermos más graves y
desesperados. Convencido por las numerosas
curaciones asombrosas, recoge su experiencia
en el libro “O cancer tem cura”
(“Di cancro si può guarire” -
“Es posible sanar del cáncer”,
edición italiana por Adle ediziones, Padua),
en el cual el Padre Romano expone con
sencillez y claridad la práctica de la cura
de la “enfermedad del siglo” a través de su
bebida extraída del Aloe. “Si algunos se
han curado valiéndose de este método simple
y económico, ¿porqué no darles la misma
oportunidad a más personas? Este es mi único
objetivo”, explica en su libro.
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Preparaciones con
base en Aloe vera
Hemos
recibido la siguiente lista de fórmulas con sábila
de Patricia González en Nov. 8 - 2008.
El texto no tiene más explicaciones que las que se
incluyen. Lo publicamos, como servicio informativo,
como todo lo que se publica en esta página, y su
utilización se hace bajo la responsabilidad del
lector que las quiera probar.
El listado ha sido ordenado
alfabéticamente para facilitar su lectura.
Afecciones de próstata: Se pican 3 pencas de
sábila con pepa de palta fresca (aguacate) y se
licua en un litro de leche y se hierve a fuego
lento, se endulza con miel, se toma un vaso en
ayunas y otro al acostarse, de 3 a 4 semanas.
Artrosis: aplicarse cataplasma de sábila
mezclada con miel, cáscara de naranja y barro rojo;
colocárselo en las noches, comer 2 dedos de sábila y
comer alimentos que tengan calcio.
Bronconeumonía: Se pica en pedazo la penca de
sabila, de regular tamaño se hierve en un litro de
agua y se toma cada 2 horas.
Bronquios: Hágase inhalaciones con vapor de
eucalipto, diariamente 4 veces al día, tomar sábila
una copita en la mañana y una en la noche.
Caída del cabello: se le saca el líquido de
la sábila se aplica en el cuero cabelludo toda la
noche, y al día siguiente se enjuaga con agua tibia,
y media tapa de limón; se hace por 3 a 4semanas.
Cáncer y úlcera: Tomar la sábila hervida, 3
veces por día y comer la sábila en ayunas, completar
con la aplicación de barro.
Caspa: Aplicarse aloe 2 veces por día, el
liquido gelatinoso, en la mañana y la noche.
Colesterol: Comer en ayunas 5 dedos de sábila
y tomar agua de lechuga hervida, como agua común.
Diabetes: Hervir 4 dedos de sábila en un
litro de agua, (penca) 3veces al día.
Dolor de muela: Masticar sábila por 10 min,
luego aplicársela en la cara como cataplasma.
Fiebre: Se pela de 2 a3 hojas de la penca de
sábila y se coloca como cataplasma en el vientre.
Golpes: Es muy recomendable cuando se golpea
la cabeza poner cataplasma de sábila, para
desinflamar.
Hemorroides: aplicarse la sábila como
cataplasma, durante 20min, y luego tomar mate de
cola de caballo, se recomienda evitar el picante y
alcohol por 15días.
Hernias: Colocarse cataplasma de barro con
aloe molido, miel y cáscara de naranja, (en las
noches) tomar la sábila hervido 2 veces al día.
Hígado: Rayar un pedazo de sábila con la
cáscara de un limón verde, tomar una vez por día, y
agua de malva de día como refresco.
Leucemia: Comer sábila cruda, 2 veces por día
2 dedos y tomar hervido 2 veces al día.
Máscara: Batir la sábila agregarle una clara
de huevo, una copa de leche una cucharadita de avena
y medio limón, batirlo todo junto, quitarlo con agua
tibia.
Máscara natural: Aplicarse la sábila en las
noches, lavarse con agua tibia y limón en las
mañanas.
Preventivo para cualquier enfermedad: Beber
media penca de sábila hervida en media botella de
vino, 2 veces al día, una en la mañana y otra en la
noche.
Riñón ácido: Tomar en ayunas el jugo del apio
crudo, y en el día cáscara de papas, un pedazo de
aloe, 3 hojas de eucalipto, hervido 3 tazas al día y
baños de asiento en las mañanas.
Riñones y úlceras: coja 2 pencas de sábila,
lávelas bien, se machacan y se hierve en un litro de
leche, y se toman 3 vasos al día, antes de los
alimentos, es recomendable para las personas que
padecen de ulceras.
Sinusitis: Introducir por la nariz unas
goticas de sábila por las noches, colocarse como
parche cáscara de la sábila asada con miel.
Tumores: Aplicarse la sábila en forma de
emplasto, molida, con miel y sal tostado en la parte
del tumor, y tomar sábila hervida por todo el día.
Várices: Aplicárselo a modo de emplasto:
sábila molida, papa rallada, miel, ábarro en las
noches; beber una copita en ayuno una vez al día,
Vista: Nuestros ojos son órganos muy
importantes, que no debemos descuidar en caso de
carnosidad, cataratas, nubes en los ojos,
inflamación, se recomienda la sábila; se corta y se
abre en el centro, se coge el líquido y se pone una
gota en el ojo en la mañana y otra en la noche y se
enjuaga con manzanilla o agua de rosas durante 3 a 4
meses.
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La
siguiente Receta aunque no es de sábila, responde
consultas sobre arrugas y hernias:
Receta para combatir arrugas y sanar
hernias
Tomar jugo de calabacín con
fresa o mora o zanahoria, endulzar con miel
o papelón [panela]; tomarlo antes de cenar
aproximadamente de 7 a 8 pm. El calabacín es
rico en colágeno y previene las arrugas, es
un alimento excelente para la piel, tomarlo
por 30 días.
También el calabacín es bueno
para las personas que sufren
hernias umbilicales, el calabacín por ser
rico en colágeno distiende el músculo y
elimina la hernia umbilical.
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La
planta de sábila, conocida por su nombre
científico de Aloe vera, ha sido usada desde
el origen mismo de la humanidad hasta
nuestros días trayendo salud y bienestar.
La Biblia menciona a menudo el aloe. En el
siglo I después de Cristo, Dioscórides lo
describió intensamente en su herbario griego
por sus virtudes medicinales y cosméticas.
Alejandro Magno conquistó la isla Socotora
en el sur de Arabia, porque en ella había
gran cantidad de aloes que servían para la
curación de heridas y enfermedades de sus
soldados durante sus campañas.
Sin embargo, los chinos fueron los primeros
en usar el aloe. En el antiguo Egipto era
popularmente utilizado. Y hasta Cleopatra lo
usaba a diario como ingrediente esencial en
sus cuidados de su delicada piel. Documentos
históricos de los romanos, griegos, hindúes,
árabes y otros pueblos de climas cálidos,
comentaron sus virtudes medicinales y
cosméticas.
Fueron los españoles quienes plantaron el
Aloe vera en el continente americano. En
España, a lo largo de la rivera del
Mediterráneo, el aloe vera fue un elemento
esencial en la medicina popular, hasta que
el empleo generalizado de la farmacopea
moderna lo relegó al olvido junto a la
mayoría de las plantas medicinales. Se
piensa que los aloes de España proceden del
continente africano.
Si se quiere resumir este pasaje de
curiosidades de la milagrosa planta, baste
señalar que las quemaduras causadas en
Hiroshima y Nagasaki por las explosiones
atómicas, aliviaron mas rápidamente con el
aloe a diferencia de otros fármacos y en
muchos casos sin dejar señales ni
cicatrices. Y para no hablar de la NASA, la
agencia espacial norteamericana que lo
utiliza porque absorbe el 90% de la
toxicidad de sustancias como PVC, fibra de
vidrio, barnices, pinturas, radiaciones de
los ordenadores, televisores y otros
instrumentos electrónicos.
Bueno, y hasta buena suerte trae, como lo
testimonian muchos tenderos que no olvidan
poner una buena rama de sábila en el techo
de su negocio. Pero por sobretodo, es usado
en los rituales chamánicos por su gran poder
energético y porque purifica el alma.
El nombre genérico aloe proviene del término
árabe alloeh y de su sinónimo hebreo
hallal,
que significa sustancia brillante y amarga.
La procedencia del otro nombre con el que se
le conoce, sábila y sus variantes locales, "savila",
"zabila", "zabida", "zábira" y "pita zabila"
es atribuido a una deformación del vocablo
árabe çabila que significa planta espinosa.
Descripción
Las especies del género de los aloes son
siempre leñosas, pero con hojas típicas de
las plantas suculentas, con forma de espada,
duras, gruesas, muy grandes y carnosas,
dispuestas en grandes rosetones y con unas
espinas recias en sus extremos, armadas con
otras espinas marginadas más pequeñas, las
hojas pueden ser de color veteado de verde y
blanco, o verde ceniza plateado.
Las hojas pueden cerrar completamente sus
estomas o poros para evitar la pérdida de
agua por evaporación durante los períodos
estivales y son capaces de reponer
rápidamente la epidermis cuando se produce
una fractura o un corte en su superficie.
Las flores son vistosas, tubulosas, sus
corolas se componen de seis pétalos, que
forman la cubierta floral y se sueldan todas
entre sí en un tubo las más veces recto, y
en otros casos algo encorvado y bilabiado,
en ocasiones con un leve ensanchamiento en
la parte de sujeción, donde se alojan los
órganos sexuales de la flor.
Hábitat, distribución y composición
Se crían cerca de 200 especies en las
laderas soleadas, en lugares rocosos y
pedregales de Europa, Asia, África, América.
Por lo general es fácil encontrarla en los
mercados de hierbas y de plantas
medicinales.
Las hojas de aloe producen un jugo cuajado
en una masa sólida, de color muy oscuro y un
tanto amarga, llamada acíbar. Generalmente
se obtiene dejando fluir el licor que se
escurre de sus hojas cortadas
transversalmente, por la cortadura de las
cuales rezuma. Este licor se deja que se
concentre y se vaya espesando por el calor
del sol o con el calor artificial.
Según cual sea el proceso de secado, el
acíbar adopta colores que irán desde el
marrón rojizo hasta el negro, en forma de
terrones similares al barro seco, frágiles,
de fractura concoide, a los que hay que
proteger de la humedad. La composición del
acíbar varía según el aloe del que proceda,
la época de recolección y la forma de
elaborarlo.
Contiene del 6 al 10% de agua y los de mayor
calidad dejan un 2% de cenizas. Lo que más
varía es la cantidad de resina, que oscila
entre el 40 y el 80%. Esta resina que no
tiene importancia farmacológica es un éster
del ácido paracumaico y un alcohol resínico,
el aloerresinotanol. Además, el acíbar
contiene hasta el 20% de aloínas. Por
hidrólisis, las aloínas dan emodina que es
el constituyente activo del acíbar.
El aloe contiene también aloemicina, de gran
poder antiinflamatorio y analgésico, y
aloeuricina, cuya propiedad es activar y
fortificar las células epiteliales, lo que
la hace de mucha utilidad en las úlceras
gástricas y estomacales. Contiene gran
cantidad de aminoácidos como son la valina,
metionina, fenilalanina, lisina y leucina.
Posee además al polisacárido lignina, el
glucomannan y otros glúcidos como la pentosa,
galactosa y los ácidos urónicos que
proporcionan una profunda limpieza de la
piel, pues penetran en todas sus capas,
eliminando bacterias y depósitos grasos que
dificultan la exudación a través de los
poros.
Entre los elementos constitutivos figuran el
yodo, cobre, hierro, zinc, fósforo, sodio,
potasio, manganeso, azufre magnesio y gran
cantidad de calcio. Es una de las pocas
especies que contienen vitamina B12, además
de vitaminas A, B1, B2, B6 y C. Contiene
fuertes proporciones de germanio que actúa
como filtro depurador del organismo, elimina
los venenos y desechos de las células,
reestructura y revitaliza la médula ósea,
reactiva el sistema inmunológico, estimula
la producción de endorfinas, que calman el
dolor. Todas las plantas que contienen
germanio han sido consideradas milagrosas y
son: aloe vera, ging-seng y las setas
shitake.
El gel obtenido del aloe produce seis
agentes antisépticos de elevada actividad
antimicrobiana: el ácido cinamónico, un tipo
de urea nitrogenada, lupeol, fenol, azufre,
ácido fólico y un ácido salicílico natural
que combinado con el lupeol tiene
importantes efectos analgésicos.
Usos
medicinales
La sábila es un increíble antitóxico y
antimicrobiano. Es astringente, analgésico y
anticoagulante. Es un vigoroso estimulante
del crecimiento celular. La tintura o el
zumo diluidos en agua a partes iguales,
usadas varias veces en forma de gárgaras de
3 a 4 minutos, actúa eficazmente contra los
dolores dentales y de las encías,
neuralgias, aftas, laringitis, disfonía
amigdalitis, anginas, placas y cualquier
afección bucal o faríngea.
Cura las heridas necrosantes, como las
quemaduras, regenerando los tejidos y
cicatrizándolos, restaurando a su vez la
sensibilidad del área afectada.
Alivia el dolor de los golpes, esguinces,
luxaciones, dolores musculares, artríticos y
reumáticos, los pies cansados, cura las
heridas cortantes, el herpes, la culebrilla,
la tiña y las infecciones producidas por
estafilococos y otras infecciones
bacterianas internas como la
gastroenteritis, colitis, enterocolitis,
vaginitis, cervicitis, escorbuto, cólera,
disentería, blenorragias, sífilis y otras
enfermedades venéreas.
Cura las pequeñas heridas de las
enfermedades eruptivas de los niños como el
sarampión, la varicela, la escarlatina, etc.
Ya que sus propiedades antiinflamatorias
reducen la picazón y evita que los chicos se
rasquen las ampollas. Con el aloe vera
pueden tratarse las verrugas, los sabañones,
el eczema, la psoriasis, la dermatitis
seborraica, la erisipela, el pie de atleta,
los callos y la "picazón de jockey", que es
una infección por hongos en la parte interna
superior de los muslos, las picaduras de
insectos, arañas, escorpiones, serpientes,
medusas y las plantas venenosas. Cicatriza
la herida del ombligo del bebé y la
circuncisión. Quita el dolor del crecimiento
de los dientes.
Reduce los efectos de las alergias,
indigestión, acidez estomacal, gastritis,
úlceras duodenales y estomacales, úlceras
oculares, hemorroides, afecciones del aparto
digestivo, descongestionando el estómago, el
intestino delgado, el hígado, los riñones y
el páncreas.
Es un gran antiviral debido al polisacárido
glucomannan. Sirve contra la gripe, la
hepatitis, le neumonía vírica y la
meningitis vírica. Contiene sustancias
derivadas del polimannactato, que refuerzan
el sistema inmunológico y el caso del SIDA
evita que el virus se extienda por el
organismo, ayudando a los enfermos a
recuperar la vitalidad y los niveles
energéticos normales.
Equilibra la tensión arterial y evita las
disritmias cardiacas disminuyendo el riesgo
de infarto. Es bueno contra la gota, las
jaquecas y migrañas, la halitosis, el
insomnio, en las dietas de adelgazamiento
proporciona vitaminas y minerales sin
aportar calorías ni azúcares y regula las
menstruaciones. Elimina los parásitos
intestinales. Tonifica el organismo y abre
el apetito. Mitiga la osteoporosis y es
antidiabético.
Calma el dolor de las várices y las mejora.
Elimina totalmente el cáncer de piel
aplicando jugo de aloe de dos a cuatro veces
al día todo el tiempo que sea necesario,
siendo imprescindible ser constante. Las
cándidas, tricomas y demás infecciones o
irritaciones vaginales desaparecen con aloe.
Unas gotas de jugo de la pulpa en los oídos
doloridos calma inmediatamente el
padecimiento. Cuando los ojos están cansados
o enrojecidos, se relajan de inmediato con
unas gotas de aloe, además mejora las
cataratas y otras enfermedades de los ojos.
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Fórmulas
Registraremos
aquí, en forma numerada y consecutiva
aquellas fórmulas que consideramos probadas.
La aplicación de estas fórmulas es
responsabilidad personal de quien las toma.
Su uso no
excluye el control médico, que de todas
maneras se recomienda. Particularmente han
de tenerse en cuenta todas las
recomendaciones adicionales de dieta y de
cuidado personal, como el ejercicio físico.
Las enfermedades son manifestaciones
específicas en cada ser, sus múltiples
causas deben encontrarse en el análisis
pormenorizado de la situación y modo de vida
de la persona que las padece y no se puede
suponer que el solo uso de la sábila, sin
cambios en el modo de vida del paciente
obren resultados óptimos.
Las fórmulas
pueden tener variantes personales, y deben
ser usadas con un seguimiento personal
muy atento de los resultados.
Formula Nº 1. Ponche de sábila
Lávela y limpie las venas laterales espinosas
de la penca. Abra en dos mitades la penca. Raspe los
cristales con una cuchara y póngalos en la
licuadora. Agregue una cucharada de miel de abejas y
el jugo de un limón (porciones para una persona y
para una toma). Licue todos los componentes
hasta que aparezca espuma. Sírvalo y bébalo. Salud!
Sirve para regularizar las funciones
digestiva, respiratoria y para depuración general.
Si se busca efecto purgativo, por ejemplo en casos
de estreñimiento, es conveniente licuar el ponche
incluyendo la cáscara y no solo los cristales.
Variante del
ponche de sábila
–(5) cm de sábila (la parte más
gruesa de su hoja)
–Jugo de un limón maduro
–(5) pepitas pimienta negra ó un pedacito pequeño de
jengibre
–Endulzar con miel
–Añadir 1/2 dedo de agua
Licuar todo crudo y tomar en ayunas, después de
media hora desayunar. Esto sirve para limpiar los
intestinos, estómago, para desintoxicar el hígado,
mal de Parkinson, problemas de colon, cáncer,
radiaciones electromagnéticas, limpia la sangre,
combate la anemia, etc.
Receta enviada por Maigualida González en Sept.
15 - 2008
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Formula Nº 2.
Receta
para el cáncer del sacerdote
Romano
Zago
Ingredientes:
–350/400 gramos de hojas de
Aloe vera / Sábila (dos hojas grandes
o tres medianas),
–Medio kilo o un litro de miel
pura de abejas,
–40-50 ml (unas 6 cucharadas)
de destilado (aguardiente, coñac, whisky,
etc., que se usa como vasodilatador).
Preparación:
“Se eliminan las espinas de
los bordes de las hojas y el polvo
depositado en ellas, utilizando un trapo
seco o una esponja. Después se cortan en
trozos las hojas (sin quitar la corteza) y
se meten en la licuadora junto a la miel y
al destilado elegido. Se bate bien y el
preparado está listo para su consumo. No hay
que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo
conservarlo con cuidado en el refrigerador
dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.
Dosis:
El Padre Zago recomienda la ingestión de una
cucharada sopera media hora antes de cada
una de las tres comidas principales. Se debe
agitar bien el producto antes del uso. Una
vez terminado el primer frasco, se
recomienda someterse a una visita médica
para comprobar el estado de la enfermedad.
Según sea el parecer del facultativo,
después de una pausa de varios días, se
puede repetir el ciclo del tratamiento,
hasta la eliminación del mal.
Debe utilizarse una planta madura de aloe,
es decir de al menos cuatro años, y es
importante que la miel sea también de óptima
calidad y sobre todo natural, precisamente
a causa de su carácter de “portadora” de las
sustancias benéficas contenidas en el aloe.
La persona que toma la bebida
a base de aloe puede experimentar erupciones
cutáneas, o diarrea o en los casos más
acentuados, conatos de vómito: pero, según
el Padre Romano, ello indica que se va por
el buen camino, y que los esfuerzos
realizados comienzan a dar sus frutos.
Se desaconseja su uso a las
embarazadas
[Lea resumen biográfico
del padre Romano en la columna izquierda de
esta página]
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Fórmula 3. Óvulos refrigerados de
sábila.
Corte cuadritos de
1cm3 y manténgalos refrigerados.
Úselos como óvulos
vía anal en casos de hemorroides.
También son útiles
cómo óvulos vía vaginal en caso de
infecciones.
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Fórmula 4. Para el Acné.
Lavarse la cara y
partes afectadas ojalá con jabón con
base en aloe vera; aplicar
localmente el gel [la baba] 2 ó 3
veces al día. En los casos más graves
tomar además dos cucharadas de jugo
de aloe puro por la mañana.
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Fórmula 5. Para enfermedades de vías
respiratorias.
Inhalar el jugo
nebulizado –poner agua a hervir,
echar una porción de cristales,
dejar hervir un par de minutos,
apagar el fuego e inhalar
profundamente el vapor durante 3
minutos.
Sirve para casos de
asma, rinitis, bronquitis, gripas,
tos.
Se puede potenciar
tomando además dos cucharadas de
jugo de aloe puro por la mañana.
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Fórmula 6. Para control de diabetes.
Dos cucharadas de
jugo puro de aloe antes de las
comidas principales por varios
meses. El aloe tiene la capacidad de
controlar la presencia de los
azúcares en la sangre y de
restablecer el nivel de su
concentración tanto en casos de
hipoglicemia como de hiperglicemia.
Esta fórmula debe aplicarse bajo
control médico y no sustituye la
terapia insulínica o dietética.
Puede utilizar simultáneamente la
estevia.
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Fuente: Un
milagro llamado
aloe vera
Por: Roberto
Romero
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